
Hoy es 31 de diciembre y por ello haré un post especial
para esta fecha tan significativa. Cada país
tiene sus costumbres para festejar el fin de año.
Supersticiones, rituales y fiestas, formas originales de
celebrar con amigos y familiares.
Además de los abrazos, felicitaciones y buenos deseos, el
Año Nuevo es una fecha muy importante, y la manera en
que se celebra alrededor del mundo es tan diferente y tan iguales a la vez, hasta en algunos casos se celebra en otras fechas, como en China, debido a su diferencia en el calendario.
Pues allá vamos novatos con las diferentes formas de celebrarlo, todas ellas en
su mayoría acompañadas de las doce campanadas.
En España-el burro delante para que no se espante- no creo que haya mucho más que decir no sepamos. El personaje principal son las uvas, doce pequeñas esferas que producen varios sustos por casi morir atragantados, pero para aquellos pocos que lo habéis conseguido, debo recordar que tendréis suerte para los próximos doce meses.
Finalmente, a las uvas le acompaña una copa de cava que para los supersticiosos debo añadir que debéis meter algo de oro en la bebida.

Si hay una Nochevieja típica norteamericana ésa es la de Times Square en Nueva York. Siendo la más popular en los Estado Unidos. Los neoyorquinos se concentran en la céntrica plaza y en el climax de la noche, a punto de ser las doce, comienza la bajada de famosa bola de cristal desde lo alto de un emblemático edificio que marca el comienzo de los fuegos artificiales, juegos de luces y los gritos de alegría.
El Diwali o Festival de la Luz, esta fiesta indica el comienzo del año nuevo en la India. Tiene lugar entre octubre y noviembre y dura cinco días. Aunque cada región lo celebra a su manera, la luz siempre tendrá un papel esencial: infinidad de lamparitas de aceite que decoran casas, templos y jardines.

Los fuegos artificiales y los petardos también son instrumentos clásicos de esta celebración.

Para los niño rusos el Año Nuevo viene a ser como la Navidad para los niño europeos. Y es que ese día pasa por sus casas el Abuelo de hielo, una especie de Santa Claus autóctono que recorre el país repartiendo dulces, juguetes y muñecas matriuskas. Para conseguir estos regalos, los niños suelen bailar alrededor del árbol navideño y se le recita un poema al Abuelo del Hielo
La costumbre de este país me parece la más divertida, y es que en Dinamarca romper la vajilla no está mal visto el día de Año Nuevo. Los daneses, para demostrar a sus seres queridos cuánto les aprecian, lanzan ante sus casas los platos viejos que van acumulando durante el año. El número de buenos amigos que uno tenga será proporcional al montón de platos rotos que encuentren en su puerta. No se yo si a mi madre le haría gracia que le cogiese su vajilla para lanzarla por los aires.
El Año Nuevo tailandés se llama Songkran y dura tres días -13 al 15 de abril-. La gente se lanza agua unos a otros con el deseo de atraer lluvias abundantes para el año siguiente. Aparte, también se aprovecha para lavar bien todas las estatuas e imágenes de Buda. Otra costumbre para obtener buena suerte es liberar pájaros de sus jaulas o peces de sus peceras y echándolos al río.
Siguiendo la ruta asiática, en Corea se celebra el Solnal el primer día de la primera luna del nuevo año. Cuenta la leyenda que quién se quede dormido la última noche del año amanecerá con las cejas blancas al día siguiente. Por tanto, esa noche todos permanecen despiertos y encienden las luces en cada habitación y al día siguiente se dedican a combatir los malos espíritus: limpian la casa a fondo y queman ramas de bambú porque creen que su ruido al crepitar les asusta.
Bueno novatos este ha sido un pequeño recorrido de las costumbres que me han parecido más interesantes. Espero que todos tengáis una feliz noche y un buen año.
Hasta el año que viene.
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